transmisores de presión wika

La monitorización y regulación de presión con instrumentos electrónicos
Las aplicaciones con transmisores son innumerables y se utilizan por ejemplo en la extracción de agua potable en pozos o plantas desaladoras, instalaciones de refrigeración, máquinas herramienta, etc. A pesar de esta variedad las aplicaciones pueden dividirse en tres categorías que son la monitorización de procesos, la regulación de presión o la medida indirecta de valores de proceso.

La monitorización de procesos
En  este caso el instrumento debe emitir una señal si la presión actual traspasa un rango de presión crítico. Para esta función se utilizan los presostatos. Un transmisor de presión permite el control continuo de la presión de trabajo. Un ejemplo es la detección de fugas en sistemas de presión. Si la fuga provoca una reducción de la presión por debajo de un valor ajustado (punto de ruptura), el presostato eléctrico o el transmisor de presión emiten una señal para su detección. Para la óptima prevención se requiere una elevada exactitud de medida  para asegurar la detección a tiempo.  Otro ejemplo muy extendido es la monitorización de filtros. Con el incremento del grado de obturación cambian las presiones delante y detrás del filtro. Un transmisor puede detectar esta modificación y señalizar el mejor momento para sustituir el filtro.

Regulación de la presión
En el ámbito de la regulación de la presión hay que distinguir entre una presión constante o una presión variable. La presión constante es necesaria para el óptimo transporte de un fluido mediante bombas. Un transmisor de presión capta el valor real y lo transmite al regulador que comprueba la desviación al valor nominal. El controlador de la bomba adapta su operativa en función de dicha desviación para acercar el valor real al valor nominal. Este sistema permite una operativa con la máxima eficacia energética ya que la potencia se adapta permanentemente a la demanda real.

La presión variable puede regularse y documentarse mediante un instrumento y un controlador electrónico. Un ejemplo típico es la autofrettage, por ejemplo de tubería, que consiste en una sobrecarga de un factor múltiple de la presión admisible. Este sobrecarga provoca una plastificación parcial y por lo tanto una compresión especificada del material de conducción que permite una mayor resistencia a picos de presión. Esta aplicación requiere una regulación precisa de las variaciones de la presión y la documentación fiable del mismo. En muchos casos se aplican repetidamente presiones de varios miles de bar con la máxima precisión. 


booklet instrumentación electrónica de presiónAutores: Eugen Gassmann, Anna Gries, Extracto de “Elektronische Druckmesstechnik”, Editorial: Verlag Moderne Industrie, ISBN 978-3-937889-95-5, con la asistencia técnica de WIKA Alexander Wiegand SE & Co. KG www.wika.es



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